sábado, 18 de diciembre de 2010

Los burdeles, la inspiración de Miguel Ángel


  Según un estudio realizado por Elena Lazzarini para el diario italiano "Corriere della Sera", el genio renacentista Miguel Ángel Buonarroti buscó la inspiración para pintar los frescos de la Capilla Sixtina del Vaticano en los baños públicos similares a burdeles, donde a menudo se ejercía la prostitución masculina y femenina. La decoración de la bóveda situada en la Ciudad del Vaticano, la sede papal, fue encargada a Julio II y realizada por Miguel Ángel del 1508 al 1512. Los frescos muestran partes bíblicas de La CreaciónLa Relación de Dios con la Humanidad y La Caída del Hombre. Igual que otros genios como Leonardo o Bronzino, Miguel Ángel buscó modelos viriles para su obra más reconocida, mostrando situaciones obscenas en las que destaca la fisonomía perfecta de los cuerpos retratados. Según la estudiosa Elena Lazzarini, la impresionante escena de El Juicio Final que decora el altar tras la capilla que fue realizada entre 1536 y 1541, está inspirada en los lugares más apartados de Roma donde reinaba la promiscuidad.
   Al parecer, era algo bastante frecuente que los artistas de la época acudiesen en busca de modelos a estos lugares. Pero, ¿estaría al tanto El Vaticano de que sus santos estaban siendo creados a imagen y semejanza de personas dadas a la mala vida? 

3 comentarios:

  1. Je, je. Menudo guarrete estaba hecho Miguel Ángel.

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  2. Vaya con Miguel Ángel. Tuvo que frecuenta mucho estos lugares para recordar a sus modelos tan bien y representarlos de una manera tan impresionante.

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  3. No esta de más una "pincelada" de promiscuidad, en un lugar que se supone, alberga tanta santurroneria.

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