Ha muerto el tenor Peter Hoffman, al que recordaremos siempre por ser la estrella perpetua del musical "El fantasma de la ópera". El tenor alemán falleció la pasada noche a los 66 años, víctima de una enfermedad pulmonar, según ha comunicado su propia familia.
Hofmann dedicó su vida por entero al espectáculo. Comenzó entregándose a él
a través de su voz, pero de una manera muy distinta a como lo evocamos en nuestras mentes, pues curiosamente se inició como cantante en una banda de rock en la que permaneció desde 1960 hasta 1963. Sin embargo, poco después, con sólo 22 años, ya se había convertido en la estrella del elitista festival wagneriano de Bayreuth, como el Sigmundo del celebrado "Anillo del Nibelungo" de Pattice Chéreau. No tardó en consolidarse como tenor en este mismo festival interpretando papeles como Parsifal, Lohengrin y Tristan.
Sus debuts operísticos se sucedieron con éxitos en todo el mundo durante casi 20 años, e incluso llegó a grabar un disco en 1987 junto a su esposa, la soprano Deborah Sasson.
a través de su voz, pero de una manera muy distinta a como lo evocamos en nuestras mentes, pues curiosamente se inició como cantante en una banda de rock en la que permaneció desde 1960 hasta 1963. Sin embargo, poco después, con sólo 22 años, ya se había convertido en la estrella del elitista festival wagneriano de Bayreuth, como el Sigmundo del celebrado "Anillo del Nibelungo" de Pattice Chéreau. No tardó en consolidarse como tenor en este mismo festival interpretando papeles como Parsifal, Lohengrin y Tristan.
Sus debuts operísticos se sucedieron con éxitos en todo el mundo durante casi 20 años, e incluso llegó a grabar un disco en 1987 junto a su esposa, la soprano Deborah Sasson.
Por cansancio de las cuerdas vocales, tuvo que retirarse tempranamente de la ópera, pero, paradojas de la vida, fue este motivo el desencadenante de su gran triunfo. A partir de este momento quiso dedicarse al musical y fue aquí donde tuvo la oportunidad de encarnar en Hamburgo el papel protagonista de "El fantasma de la ópera" con el que obtuvo su mayor resonancia a nivel mundial.
Hofmann, que anunció a finales de los '90 padecer la enfermedad de Parkinson, se negó a abandonar los escenarios a los que había entregado su vida. Por eso continuó en activo hasta que en 2004 la dolencia le obligó a retirarse.
Nos ha dejado uno de los grandes tenores que Europa recordará y el protagonista del musical más célebre que puedan evocar nuestras mentes.